miércoles, 22 de mayo de 2013

DE MOSQUITOS TIGRE...

Tras un año de relación y se puede decir que de convivencia junto con mi novio, decidimos viajar juntos a su casa en Aguadulce (Almería), donde estaba su familia  para conocernos y   pasar unos días juntos.
Pues bien, tras terminar los exámenes y casi empezando las vacaciones de verano, nos subimos en un autobús desde Alicante con destino Murcia, para aquí hacer un transbordo y llegar por fin a Almería.

Estando en Murcia descubrimos que nos faltan billetes de autobús, que los dos habíamos confiado en que el otro los imprimiría y no los llevó ninguno, tras dirigirnos a la taquilla y subsanar éste error, descubrimos que en una de nuestras maletas ocurre algo, pues en la mía había algún líquido que se dejaba ver por el tejido de la maleta. Bien ahora, abrimos la maleta y descubrimos que el bote de espuma del pelo que habíamos preparado para el viaje, se había destapado y se iba presionando con la presión que ejercía la ropa, por lo que toda la ropa de la maleta estaba también manchada (suegra, ¡encantada de conocerla!, seguro que será una señora admirable y entrañable, ¡pero necesito su lavadora nada más llegar!).

Vista desde una de las entradas del puerto deportivo hacia Aguadulce.

Subsanado este error y tras varios días de playa (curiosa, ya que a mí me parecía rarísimo el que una playa fuera de chinarro al igual que a él al ver las playas de arena de Alicante) presentaciones familiares, de sus amigos… Llegó el sábado, por lo que para salir a cenar con los amigos y presentarme lo típico de Andalucia (su tapeo) para después hacer la mítica reunión de todos los jóvenes (botellón), tenemos que ir a comprar primero las cosas para organizarlo todo, por lo que el viaje desde casa al supermercado fue con un gran amigo en su coche, al cual ellos mismos conocían como “la tartanamóvil” y la vuelta a casa fue andando, por lo que decidimos que en vez de andar 20 minutos por el pueblo, como el río estaba seco y no había peligro aparente lo cruzamos  para así llegar antes a casa.  Hasta aquí todo normal, todo bien, llega la noche y salimos y tras cenar decidimos hacer esa reunión preferida en la playa, donde descubro que me pica de forma muy rara el tórax en la parte izquierda (justo encima del pecho), no damos más importancia al asunto y decidimos continuar con nuestra reunión para después irnos a los pubs que se encuentran en el puerto precioso de Aguadulce.


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